La rápida urbanización y su impacto en las comunidades representan uno de los desafíos globales más apremiantes. En los próximos treinta años, se estima que dos tercios de la población mundial vivirán en zonas urbanas. El mundo deberá duplicar el espacio ocupado por las ciudades para dar respuesta al crecimiento demográfico y al desplazamiento rural-urbano. La expansión urbana ocurrirá principalmente en África y Asia, regiones que ya enfrentan importantes retos sociales, políticos y económicos.